viernes, 18 de junio de 2010

En el Aire


Alumbré el río distante de esos tiempos,

Animé distante la faz herrumbrosa del cuerpo gastado

Imaginé;

Como nunca pude vestir de color el atardecer perdido,

el amargo sorbo íntimidante de supervivencia,

el amigo suicida de esos escritos tardíos,

¡No me quemen! ¡No me quemen!


Decidí por la amputación del dolor,

cojo pesado de un estado gordo y calvo,

pantalón roto, vacilante vómito del desfile rosa,

enfilado enojado de guerra perdida, te acabaste

los sueños de las mañanas alegres,

fresco aroma, itinerante vida rebosante

fue el catarsis de la crisis misma,

esos ojos tan animados en pasto húmedo,

mujer hermosa de aquellos caminitos pedregosos,

es hembra presumida de vida orgullosa,

es mujer amada de naturaleza excitante,

cantada en árbol rojo, mirada lluvia eterna,

Y pujante aroma de alborada helada,

dejaste un sabor lácteo en mis labios,

la niñez que se escurría en esa taza,


¡Deja que el mundo se funda conmigo!

¡Déjame llorar debajo de la cascada!

Déjame ser libre sin más!


Deja el vientre alquilado de fiesta predecible,

deja el tiempo detenido para mí,

que el infeliz desliz de una tarde errada, no me persiga,

que la paz que necesita mi alma,

alcance en mi mochila,

que el sonido fecundado que el viento lleva,

sea el nuevo mapa de mi vida,

Alzame como las grandes montañas que conozco,

Levántame en cuerpo,

para que los arroyos perdidos absolvan mi sangre,

para que los arbustos muertos, sacudan mis huesos,


Para encontrarte, segura noche inmaculada,

segura luna enferma,

que tan déspota de su mandato,

mando a la tierra a tragarte viva,

a morderte, si tu fueras estado, si tu fueras calvo y gordo,


Deja que encuentre el almíbar predilecto,

que tu cuerpo dejó,

que las huellas en el pasto, no borró


Que esa música antigua, que esos bailes rebeldes,

que ese aroma recuerdo, que esa vida tan bella,

te hizo hija sagrada, ¿Dónde buscarte? :


Si solo me basta cerrar los ojos para encontrarte.