sábado, 30 de enero de 2010

Mìranos


Regrèsame a donde me despertaste

entre las noches del recuerdo, las tristes migajas de comida

los roces, entre la memoria y la nostalgia

el mundo dividido, y los años.


Regrèsame, porque yo no sè como

vamos, levàntate y llèvame

eras tú, la que me trajo del subsuelo, le que me levanto en vilo hacia el sol

la que me diò agua y luz en un refugio


Despièrtate y regrèsame, a las ventanas rosas de las calles sucias

en las calles sucias de las putas, las de ayer y las de hoy

levàntate, deja que el cuerpo te lleve a donde yo quiero,

convèncete que no pertenezco a tu mundo


Mìrame y convèncete, de que yo no soy de aquì

de tu ropa refinada y tus zapatos limpios,

mìrate, tu eres dulce y angelical,

yo, en cambio, un sucio estropajo removido de la mugre


Sincèrate, y dime ¿Que hago yo junto a ti?

¿Porque me sacaste de mi hueco?, ¿Porque me diste ropa y comida?

¿Porque me hiciste un hombre?, ¿Porque me diste esto?

hàblame y dime


Dime porque no me amaste, si es lo unico que me importo desde el comienzo.

martes, 26 de enero de 2010

Kamadeva



La sangre que brotó en el vientre

las uñas clavadas en los ojos de él

los ojos de ellas que doblaban la sinfónica

el rock ardiente que en la cama chillaba


Los mundo pegados en las sábanas

el color, el amor, el dolor

los gritos aaaahhhhhhhhhhhhhhhh

los gritos aaaahhhhhhhhhhhhhhhh


ahhhhhh ahhhhhhhhhh ahhhhhhhhh ahhhhhhhh

el sonido de la vida
ahhhhhh ahhhhhhhhhh ahhhhhhhhh ahhhhhhhh

el mundo que se despegaba de su matriz hirviente


La mujer que destrozaba, el momento en el tiempo

las lunas que caían en el piso

el sudor, que todo mojaba

las manos agarradas al fin de la historia


ellaaaaaaa ellaaaaaaa...miraba y miraba

la música que en los oídos sonaba

los ángeles desnudos que le cantaban desde el techo

y él, apoyado, sobre el mundo que existe en la matriz hirviente


Las de ella, las de él, la magia que inundaba el sentido

los minutos que corrían en la gloria

los olores desprendidos de la memoria

las luces rojas, en la habitación cerrada


El momento venia en el cielo

los dioses que bajaban danzando sobre el aire
sobre el mundo, de ellos

los dioses que bailaban al ritmo de sus gritos

al ritmo de sus noches.


Las de ella, y las de él, se quedaron para siempre

allá bien alto con los dioses, en donde ni toda la gloria

sirvió para regresar,

para regresar a aquella noche, en el infinito universo.

Vidas que se fueron


Pienso en la memoria de algunas tardes sin sol

las láminas pausadas bajaban en verano

y calentaban el sueño de los niños

los juegos divertidos, y los gritos


Pienso en las noches de invierno

en donde los cuerpos se miraban

ya más alto, sin memoria

era un rincón, al costado de una loca


Miro la hojas del parque, vacío

las personas que en otoño caminaban perforadas

los pasos que sonaban en la acera,

los besos de enamorados sin cabezas


Era primavera, entonces, la más sublime fantasía

la que en solo media hora terminaba

las helados en barquillo, las estatuas inclinadas

los hombres y mujeres, que buscaban las flores,

en los bancos muertos y acabados


Las camisas, y el cuello perfumado, ardían de pasión

las noches de todos los años, las lunas que llegaron

los soles que se fueron, dejándonos tristes y secos

secos como lo son, y serán, los eternos corazones en el parque.


Conversando del invierno, del verano, del otoño, y de los segundos que duró la vida plena.

lunes, 25 de enero de 2010

Visiones


Yo tenia un amigo demente, y un juguete robado


un abrigo roto, usado y las llaves de un auto prestado


tenia la billetera llena de sueños, y las manos marcadas


en la derecha un par de cigarros,


y en la izquierda una virgen violada




Yo pensaba que el mundo acababa en la esquina de casa


que las novias eran reinas que vivía en disneylandia


a mis cuatro años quise ser corredor del Empire Street


y jugaba al torero.




Las noches, crecían entre el cuento contado


y los luces dormían, en fábulas que ninguno había soñado


mis opciones eran pocas, teniendo seis años


pensaba en escaparme en mi auto prestado




La década me llegó, como llega el correo


sin apuros, tranquilo, pero muy animado


el juego rondaba ya en mi memoria


la escuela era entonces mi campo de historia




Los doce fueron, un año incierto


las mujeres, no eran tan lindas como había pensado


los besos, y los roces, se reían del resto


los muchachos inquietos, hablaban sin miedo


del sexo y del mundo, como grandes expertos




Los trece me llegaron entre el descubrimiento


la mirada, de seis esperanzas que mis manos tocaron


los dedos torcidos que aprendí a dominarlos


me volví un eterno cantante, sin haber ensayado




El mundo se me hizo más grande y viajé, sin notarlo


los paisajes del sol infinito, se volvieron en grandes subidas



las mujeres distintas, me enamoraron


conocí a las más grande niña y me hice escritor


sin que ella notase, que esta cosa que no entendía


me llevaba sedoso, a las más grande experiencia,


que jamás yo contase.




Los días se volvieron, preciosos, en la mata contigua


las raíces del depredador, me hicieron sinuoso


los ojos verdes, que tanto quería, se fueron con otro


me golpearon, tanto esa ves, como nunca eh sentido


me volví un chiquillo, rabioso, que tenía el odio


en la música que el cantaba, a la vida de mierda


despertaba, borracho, en la esquina, del cuarto de alguien


y los besos, que tanto quería, fueron tan fáciles.




Mis amigos, me dijeron "Huevon, ya olvidala"


los miraba, riendo mientras corría


hacia el mundo que tanto quise hacer con mis manos


se me hacía más distante estar a su lado




Me olvidé, de aquella chiquilla, como olvidé los pañales


viajé, por algunos lugares sin encontrar, más a nadie


me asenté en una ciudad que hasta ahora no existe


y es ahí cuando me hice, un putòn desganado.




Conocí a muchas mujeres, como conoces los peces


me revoque, con algunas y con otras no me acuerdo que hice


trabaje, en obras de miedo, que algunos no entienden


superé las barreras oriundas, de unas gatas sin dientes




Abracé, el olvido, de manera como ya no recuerdo


y mojé, tantas cosas, como un regadero


me oriné, en las calles del centro, sin derecho de hacerlo


y vomité tantas veces, como un niño fiestero




Me creció algunas cosas, aparte del cuerpo


el orgullo que me hizo sentir, ahora ya estaba muerto


mi madre orando por mí, desde las ventanas de un sitio


aquel sitio que recuerdo, como si estuviera ahí adentro




Conocí el dolor de pagar mi errores, en las horas no me alcanzaban tener los cojones


las historias, que un día un viejo ignorante, me contó sin apuros


él me dijo : "Muchacho, sé fuerte, no seas inmaduro"


"Mira, que esta leyenda, ya no existe, la del hombre sentado en la vida de un día tan triste"



Levanté la mirada, dudoso, de quemarme los ojos


el cielo, me pareció, ahora, tan indiscreto


la lluvia, limpiaba mis manos, hechas desastre


la sangre corría distante por el escaparate.



Quise ser un bufón adornado, de perlas y oro


el traje convenido, no era un tesoro


las bullas, en las paredes de tantos lugares


los lugares colmados de gritos sexuales.



Los ojos, apresurados seguían el canto


aquel canto despavorido, de los pocos muchachos




el alcohol que en la sangre corría, se fue aprovechando


de un día en la vida, que corría en el disco.








Los de ella, y los míos, eran distintos; acunaba el sentido de la indiferencia


me sentía, cual huérfano en un campo de fresas


sin darme cuenta, que el orgullo se me había pasado



y pasado, pasado, pasado, y me terminó, acabando.



Y fue entonces cuando el momento se me hizo fuerte


comprender, ; sin siquiera querer,


y en eso de que todos decían, más no puedes caer.



Sigues tirando los dados, tal y como tu padre te los enseñó


pierdeSel tiempo y te ahogas en un vaso de agua, me dijeron


yo, solo atiné a responder : ESO YA NO ES PARA

domingo, 24 de enero de 2010

Infinito


Sus recuerdos dormidos en sus brazos

la cara quemada por la brisa del mar

el viejo en la hamaca, reposando cantaba

la canción que antaño, danzaba su mujer


Las noches eternas en el mar exquisito

los días y los hijos, los problemas y las manos

su mujer de los cabellos negros, de la cintura eterna

el viejo llorando, al cielo miraba


Sus cosas de ellos, el amor, y el tiempo

el tiempo, que el desea que se vaya

el dolor de la huida, morir para él ya no tiene sentido

quiere que regrese a su lado, y clama a Dios tal arrebato


Tal arrebato que en la miseria al hombre dejo

los besos de ella nunca más podrán ser comprados

su mujer de los cabellos negros y la cintura eterna

su mujer que ahora desde el cielo lo observa


Le mira y desde allá arriba ella le manda

cual viento fresco de mañana, entra por la puerta, y el dormido

dormido y viejo, sobre su boca se posa, el despierta, sonríe

es la última ves que ella hizo eso.


Su mujer de los cabellos negros a su lado lo llevó.

sábado, 23 de enero de 2010

Ângel


¿De verdad le creìste al mundo?

lo que hiciste y lo que haràs, las sàbanas en el aire

las miradas, los ojos volando en los sueños

ella , allà, en el fondo de la historia


Ella, ¿De veràs miraste las cosas que nos rodean?


En la mùsica, las cuerdas que quedaron trepadas de mi piel
quedaron
quedaron
quedaron


Mi mundo volando sobre ti, los errores...los besos...los abrazos...las manos...las risas.

que moldearon mi mundo.

que me diste

que sentì


que cometì


Me mostraste el cielo, y mi mente entendiò, llorè, tu eres mi ùnica invitada.

es cuando escribo, y cuando leo, los sueños se hacen realidad

las cosas que flotan al lado tuyo, las manos que me llevaron a donde quise


En donde siempre soy fràgil...por que tu eres de la que hablo

ven aqui, y abre los ojos, abre las alas, quedate conmigo, conmigo.


Puedes hablar, y creer en todas las cosas, puedes hacerlo, puede tener a quien sea

puedes caminar, encima de quien sea, eres el àngel que vuela en la ciudad muerta,

las làgrimas que ella lloraba, todas esa làgrimas los pies te mojaban.


Puedes besar.


Matar...y quizà tambièn revivir.


¿Es què no te das cuenta de quièn eres?...Ângel, quedate conmigo.


Quèdate, no porque te lo pido, quèdate porque puedes hacerlo.

Escrito esto, ya no hay nada más que yo pueda hacer por Usted.


Siempre estará aquí, muy dentro mio, Ángel, usted me a devuelto el alma.

me dio alas, y me dejò volar demasiado alto, la caída me dolió, pero fui yo quien le falló.


Fui yo, yo, el que estuvo con Usted. Ángel, vuele lo mas alto que pueda.

Vuele allá en donde este mundo, no la pueda alcanzar, en donde esta ciudad ya no exista.


Vuele muy alto, Ángel; quizá así hasta yo, la pueda olvidar.

lunes, 4 de enero de 2010

Un dìa


Me dijeron que en la luz de las mañanas

encontraría paz, me contaron muchas cosas

me hablaron de países y de tierras en el oriente

de las aventuras, de los pies calientes en las montañas


De los ojos de las niñas, del sonido del agua

los vientos que acariciaban los cabellos

de aquellas tierras en las que yo sí vivía

yo si conocía.


Me hablaron de las noches en el mundo

de como las luces naranjas degollaban el sueño de la nostalgia

de los callejones malditos en donde uno se asustaba

de las puertas gigantes, a las entradas al infierno


Las voces, las almas,

me contaron que la vida es el sueño, y que dormir era vivir

me sonrieron...


Volando en los aires, sobre la ciudad, las luces naranjas

los besos en los raros lugares, la magia que dividía la fantasía,

mis segundos en la muerte, los clacson, tuuuuummmm tuuuuuummmm

y con mi boca abierta, descubrí al niño, la mujer, el hombre. y el fantasma.


El dulce fantasma.