viernes, 25 de noviembre de 2011

A mil

Si quiero muero
no vivo pensando en las notas sangrantes de mis pasados dias
no respiro más el dulce armoma de us cuerpo febril,
si quiero desaparezco
los recuerdos, sin embargo me asechan instigantes
me presionan el corazón
las calles sucias, la niebla inconfundible de ningún otro lugar
las cosas rotas, los pisos sin fin
toda la materia deshizo sin naturalidad
la inmediación desafiante del gringo enmarañado
de los cigarros, todos verdes, de un escaparate que ya no va
que las palomas de los cuartos rosas, han caído
las trusas todas ngras, que entre las seis y seis y media
ya no despertaban