martes, 26 de enero de 2010

Vidas que se fueron


Pienso en la memoria de algunas tardes sin sol

las láminas pausadas bajaban en verano

y calentaban el sueño de los niños

los juegos divertidos, y los gritos


Pienso en las noches de invierno

en donde los cuerpos se miraban

ya más alto, sin memoria

era un rincón, al costado de una loca


Miro la hojas del parque, vacío

las personas que en otoño caminaban perforadas

los pasos que sonaban en la acera,

los besos de enamorados sin cabezas


Era primavera, entonces, la más sublime fantasía

la que en solo media hora terminaba

las helados en barquillo, las estatuas inclinadas

los hombres y mujeres, que buscaban las flores,

en los bancos muertos y acabados


Las camisas, y el cuello perfumado, ardían de pasión

las noches de todos los años, las lunas que llegaron

los soles que se fueron, dejándonos tristes y secos

secos como lo son, y serán, los eternos corazones en el parque.


Conversando del invierno, del verano, del otoño, y de los segundos que duró la vida plena.