martes, 22 de junio de 2010

Aplaste


Mis sueños fueron siempre,

un desván vacío,

un cuento tartamudo de noche,

una lágrima errante en una luna espacial;

ellos fueron mi niñez amiga,

sedientos siempre del deseo de amar,

querer el fugaz absurdo que rodeaba mi mundo,

mis sueños fueron más que las notas enteras de canciones,

son mis sueños, mis recuerdos de todo,

el tiempo detenido en ellos,

en donde la gracia fe, se funde con mi piel

el soplo bendito de un lugar infinito;


Muchacho la carga en tus espaldas es mucha, es pesada

la llevas por mucho tiempo,

y no quiero llevarla contigo un día más

en dónde el encuentro secreto de tus cosas,

me ignoraron siempre,

soy la barba en tu bozo,

tu pendiente escabrosa de pastillas malditas,

tu mano que escribes estos versos;


Tum tum tac taca tum

tar tar tum tum

tara tra tra tra tara

tum tum taca taca

tum tum tum tum

ta ta ta ta ta tam

tum tum tum

taca tra tra ta


El final del filoso sendero,

los cuentos dormidos,

nihilismo propio de tu magia,

la utopía desatada por el amor,

el amor que recibes,

el amor que no diste

el amor de ella en la cama.


Majestad mía, hágase a un lado y por favor no estorbe.