sábado, 3 de julio de 2010

Revelaciones


Regresa el perdón desahuciado de un frío enfermo,

no entiendo el sentido de las palabras,

ignoro la fé de los socegados

hablo, quizás de un lugar que en mi mente está

que conmigo se a movido,

sintiendo tranquilo el desliz colectivo de las migajas,

aquellas que cayeron, sin notas,

ni gritos extraños,

con ojos lejanos que la calle me enseñó,

esos, en donde los templos vendidos de caridad,

me estrujaban entre las piernas,

en las avenidas del feroz contra ataque,

del encendido permisible de las movidas,

de todas esas, sin esas,

sigo sin entender, sigo sin saber,

sin siquiera atraer, un ruego, un suspiro,

una amiga mirada de todos esos,

de los que se lavan, de los que siguen su camino hacia el todo;


Sigo yo, sin tristeza en la marcas de mis manos,

sigo yo, sin caminos en mis pies,

y así como me voy, también yo regreso,

de entre las sombras y los pecados,

yo regreso como el sol regresa a la tierra,

y como el viento regresa al mar,

sin camino, que me sigan,

gritan furiosos, que ellos me conocen,

hablan posibles que ellos me aman,

yo los amo,

ellos, los de afuera, no entienden,

ellos los de allá,

no me entienden,

¿Quién soy entonces?,

¿Soy leyenda de un cuento,

acaso soy milagro, o soy redención

o seré acaso la excusa perfecta del castigo divino?


Soy como me ves, sin más que un alma que me vea,

¿soy real?, sí,

¿soy milagroso?, sí

¿soy poderoso?, tal vez

¿soy castigo?, no lo sé


¿Soy cadenas?, no, yo soy libertad,

soy fe y esperanza, soy redención y amor,

soy libre, como sos vos,

¿como querías que yo fuera?

tu sueño no tiene tiempo, conmigo se acaba

conmigo dejas de soñar, para convertirte,

de verdad,

en el humano libre que yo siempre eh sido.