domingo, 19 de septiembre de 2010

Insania


Despistes de mi escena retraída,

despistes que se mueren con los ojos,

con el azul amargo de mis océanos,

de mi niñez;

En su mundo, en su mente,

entre el sensual encuentro,

los de ella,

despistes que se quedan despiertos toda la noche,

que entre los encuentros maternales,

se me han calado,

se van volviendo enfrentamiento afanoso de la hora,

del tiempo mediático de ellos,

de historia bajo la manga,

de la carta perdida de los doce juegos,

se van introduciendo entre las piernas feroces de tu idea,

de las noches increíbles de mi vacío,

ellas ya no se quedan,

ya no reclaman el sabor atroz de tus labios,

de la pared, que existe entre ambos;

despiste,

de tu cuerpo,

de los ojos infames de la memoria,

¿Cuál noche, no es más que las otras que cambiamos?

si todo quedara así,

¿Qué respuesta, no es el informe de mis preguntas?

Fue por la tarde, comprendo

necesito respuesta al despiste,

como dice ella, a la complejidad, con la que me eh quedado.

Razones enteras de una mente enferma,

respuestas etéreas a las preguntas falsas,

convincente cruel, al típico conformista,

escudriñamiento completo del alma,

encuentro informal de mis pesadillas,

encuentro informal de mis respuestas,

de la mente mía,

no le quedan razones para hablar.

No le quedan razones para hablar.