lunes, 27 de septiembre de 2010

In


Podrido es el augurio de mis noches

de esos tus ojos,

arrimado, rencoroso de tus horas

fastidiado,

fastidioso, como el tenue alumbre de tus ventanas.

Extinto voy andando

cual poeta sin musa, sin pluma que lo aguante

soy bizarro de tus recuerdos,

loco mundano de tus deseos,

amargo ciclo del mes entero,

¡Como voy amarte!

porque entre el miedo se ah desmenuzado el alma,

el alma mía,

aquella secreta de nuestro tiempo,

aquella que entre la música me espera

sentada, quizá.

Me despierto,

y veo el sol furibundo entre los fierros

las sombras de luz y el frío

me desangran,

me carcome el anuncio entregado de tus manos

me seduce

el dulce almíbar de lo inexplorado;

Porque está podrido el agravio,

está sucio y olvidado,

como el poeta muerto, solo, desamparado

que sus calles no perdona

que su musa le ah faltado

como él,

noches en mi mente tu has creado.