lunes, 6 de septiembre de 2010

Eyes in my soul


Hoy me siento deshereado,

me siento como me sentía hace diez o cinco años,

mis manos frágiles, las piernas temblorosas

me siento cuerdo por primera ves en muchos años,

siento que la corriente me anticipa,

me siento como todas las caras y bocas que conozco,

siento su andar y su pensar,

siento su respiración en mi oído,

sus labios en mis ojos;

Hoy me siento distraído del universo,

me siento errante y no peregrino,

por primera ves en mucho tiempo,

recuerdo lo que sentía hace diez o cinco años

el pasado eterno,

lleno de corazones insolentes y rebeldes pensamientos,

hoy siento que la vida no puede ser más buena,

y eso no es normal;

Hoy me siento estúpido,

y por primera ves en mucho tiempo,

me siento celoso, distraído e incómodo

incómodo,

como si fuera ella la respuesta,

y el dolor que se tatuaba adentro, regresa

y mil disculpas,

y si te hice llorar, perdóname,

soy sólo un hombre....


(y entonces regresa)


Hoy me siento desheredado,

sin augurio profundo de los que pueda decir,

sin momento solemne en el que pueda amar,

sin piernas frágiles a las cuales abrazar.

Lo descubrí. Si mujer.

Fumé el sabor ínfimo de los albores,

y me voy burlando del tiempo,

creo, mientras tanto, que el estado mental,

en el que me encuentro,

en el trance insólito de los que quieres de mí,

Sólo, despacio, muy lento, casi sin que me sientas.