viernes, 3 de diciembre de 2010

Let me...


Es el silencio,

amigo muerto de nuestras verdades,

amigo perdido de las noches infinitas,

grito primal de las sesiones;



Son los dedos,

que sin valentía de la oscuridad, no son nada

que sin estrambótica alma, no sé de donde, fecundan el deseo;

excéntricos, estrafalarios, indecisos,...with you



Es la música,

el despellejo pausado de la carne humana,

el ruido entero de las calles del centro,

el anagrama despiadado de la fe intacta;



Es el experimento,

lo que une el indeseable diario de todas las tardes,

lo que al crucigrama hace verlo tan grande,

lo que sin una pizca de fluidos, no se ve más allá de los que existe;



En el largo largo reposo,

que sin él, no vuelvo más a casa,

que sin él, no soy la banda cacofónica de la meditación,

que sin él, no soy el hombre imperfecto, que vive en la perfección;



Es la caverna mojada,

de los imperantes bancos acústicos de los pasajes,

de los autistas faroles de alumbrado público,

de los demoniacos pisos enredados de gemidos;



Es la casa,

porque no tiene paredes más lejanas,

porque los olores me hacen sentir extraño,

porque el aire es pesado,

tardío, melodramático, incesante, ferroso,

y hasta que no vuelva a la cueva primal, no sentiré que estoy vivo;



Son las cuerdas, y es verdad;

Son los ojos, y los colores;

Son los inmediatos, deseos dantescos de intensidad;

Es la ventana detrás de la cara;

Es el sol encima de la luna;

Es tu ancestro en el cielo;

Es tu boca en el aire;

Es el mar despótico de lo nuevo;

Es el miedo a lo real, a lo intenso, a lo impredesciblemente grandioso;

Es la hija del cuento;

El futuro hermoso que quiero vivir contigo...



(Es el ron de la bulla)

(A veces me hace decir cosas...)

( A veces me hace pensar cosas...)

(A veces me dice lo que quiero oír...)



A veces...simplemente me ignora por ebrio.