domingo, 19 de diciembre de 2010

Abraxas


Allá en Austria no existe música,

no existen los sueños parados entre las pistas,

tampoco las señales blancas,

no se encuentran hombres sin fe,

sin sotana púrpura de esta mierda fetichista,

no se encuentran a las balas que rodeaban el submundo

y tampoco existen los bares descalcados de desesperanza,

no caminan los gatos;

los ojos verdes,

cacofónicamente desnaturalizados,

no son alma reverberante de la vida,

son los que no se encuentran,

los que no hay,

allá en Austria.



Somos indigentes,

indigentes

indigentes

indigentes



Llámame desbaratado, iluminado



Incrédulo, derruido, descuidado.



Son formas que ya no se ven,

las paredes blancas las han tapado,

son versos que no existen en mi mente,

son sonidos con mi nombre, que me siguen

que me asustan entre las sombras de mi locura,

que caminan conmigo,

desangrándome la espalda,

gritos,

murmullos,

silencio

...



¿Qué salvador no camina sobre el agua?

¿Qué iluminado no ha transfigurado?

¿Qué hombre, ya no existe, ya no come, ya no mira?

¿Quién?



(Allá en Austria, ya no existe bastardos)

Tum tum tum tum tum tum

tummmmmm