miércoles, 28 de abril de 2010

Inmune


Quiero ser el tiempo a través de los ojos,

sentir el mundo bajo los día felices

bajo las miradas inquietas de todos

sin ser flor, minutos, o agua, vivir

amar la tierra, los pasos, que el polvo lleva

que el ruido vivo de las ciudades grita

tocar el alma que lleva el ritmo de nuestra vida.


Ser el don de los hombre sin futuro

esperanza en las rocas secas,

y pasto que el agua reza

pasear por los postes de las cabezas

los ojos y las bocas en silencio

cual si fuera el silencio la respuesta a sus preguntas

la respuesta a sus dudas,

a ellos.


Quiero ver música,

nadar en los cabellos de las mujeres de las tardes eternas,

aquellas que danzaban bajo el sol caliente de nuestro tiempo

el que alcanzó con su melodía al cielo;

aquel que nos muestra todos los días las manos

las horas sin su albor fragante, de eternidad.


De ella que en las noches más perdidas, la encuentro

en los sueños suaves de la almohada,

en las paredes, desnuda, mirando el tiempo

mostrándome con su naturaleza, los hombres, la música

la historia detrás de su vida, cual si fuera ella la razón de mis versos

cual si fuera ella, la luz de las mañanas, cual si fuera ella todo eso,

aún así,

solo yo sabría quien es, y que hizo, para desearla de tal modo

que en las lunas más enfermas, se me sale el alma a su encuentro.