domingo, 8 de noviembre de 2009

Ven


Quieta en la silla del olvido, habla de él

ella lo ama, y es ella la que lo quiere

buscando su mirada en las paredes rojas

en los espejos viejos


En donde el sinuoso día a día de su vida

la va matando de la memoria de su amor

la va estrangulando en el sonido de su vos

en sus manos de marino, su piel quemada


En donde la sonrisa de la mujer todo caía

las mariposas que volaban, sobre el amor

en el humo de sus ojos, sobre su mente

como el cobarde que nunca dijo lo que amaba


Que las caricias que caían, sobre sus cabellos

mis recuerdos y los de ella, los besos asesinos

que la noche perforaban, silenciosos en sus gemidos

silenciosos en sus recuerdos, sobre el mar


Allá en el fondo de la vida, allá en donde todo muere

es con quien deseo de ser

es con quien ella se a marchado

dejando al hombre...dejando el amor


Rompiéndole el alma en pedazos

cae en la cuenta de que él ya no es el poeta

ya no es la misma piel, que él a muerto

en el fondo de la vida...en el fondo de ella


Su sonrisa, sentada en la silla del olvido

también lo a olvidado, y se olvida de él

como lo conoció, como lo amó

se pierde en su memoria.


De donde ya nunca podrá sacarlo...muerto en ella él a quedado.