sábado, 7 de noviembre de 2009

El Canto de la Luvia


Aplausos raudos en la mente

acicala, entre sus manos el suspiro

el susurro de la vos, que entre las piernas se escapa

en la memoria del agua que su cuerpo llovìa.


Angustioso momento vivo del recuerdo

se trepaba en mis balcones del lejano paraíso

en mi casa con la madera, en la sala con el piso

llenaba el mundo con su agonía


Verde entonces convertía a mi gente

en su música que todo empapaba

que con sus manos acunaba, la canción de violín

en el fondo de la vida


En donde las cosas se perdían entre nuestras noches

en donde ella bailaba, en el cielo negro del momento

en donde sus pies se tornaban rosas

se vivía entonces los sueños del mañana


La mañana, la que todo adornaba, con el sol bien alto

con el calor que de sus fauces bajaba, quemaba

los ojos pegados en su belleza que se extinguía

todos nuestros sueños, entonces ella moría.


Al canto de la noche volvía mojada

trepaba mi balcón en silencio

me tocaba...me enredaba...me acariciaba

es cuando el canto de ella, en mis sueños volvía.