jueves, 10 de septiembre de 2009

Esperanza, lo que no se encuentra.


Voy andando sobre una canción

sobre el poema en el que recorro,

me divierto sobre las notas que salen de su cuerpo,

y me duermo en sus versos dulces y felices


Me arrulla el sentido de la tranquilidad

me giro feliz sobre sus cálidos brazos

y caigo sinuoso sobre su masa de amor

hablo de ella, y ella de mi


En el poema disperso, abundan mis sueños

que queman el sitio en donde nos encontramos

y enfurecidos desbordan fuego sobre las tristes hojas

que sobre la mesa existen


Es cuando el pesar de la noche se hace incipiente

y su inmadurez refleja el perfecto estado de su locura

que loco, anuda el sentido de la tranquilidad,

que alguna ves me atestaba y que ahora

solo muere con los poemas


Es cuando yo, me ato a mis emociones muertas

y me suena en la cabeza la sinfonía que alguna ves se tocaba

en algún bar del centro

o en tu cuerpo en donde yo escribía.


En donde era el hombre al que más amabas

en donde podía ser todo lo que gustaba

y todo lo que era amor

donde tomábamos, hasta el ultimo sorbo

de esperanza, que en ese entonces caía

inocente en las calles

inocente en nuestras vidas

pero tan culpable de que hoy...ya no quede nada.