jueves, 24 de septiembre de 2009

Noches con rocìo, agua.


Saber el sentido de la eternidad

querer comprender tu aliento en mi rostro

hablarte de mi, no es casualidad

sentirte cerca, enredado en tus brazos

es amarte lo suficiente como para olvidar


Escribirte en mil pedazos de colores

descubrirte mojada en la cama sinfónica

es también seducirte desnuda

y aplicarme sobre ti, sobre tu mundo


Abrazar el tiempo en una habitación

mirarte sedienta, me escuchas pero sonríes

te conviertes en ángel sobre lunas

vuelas en el foco que constante cae

sobre las sábanas, su luz.


Me veías cantando, me veías rezando

me veías dentro de mi mundo

me veías en las lunas mirando

pero ahora me ves bajo tus encantos

me ves rendido a tu belleza

me ves dormido

me ves cada ves más lejos

cada ves más dormido

cada ves más profundamente tranquilo

y sabes lo que ves, por eso te quedas

por eso abundan en la habitación

y en el foco que cae sobre las sábanas

el aliento comprendido de tu cuerpo

el que hasta ayer no lo entendía.