En sentido contrario venìa el problema que esperé y que realmente quería ver, me preguntaba entonces : "¿Qué hacer?"...."¿cómo escapar a lo evidente?"....no tenia más opción de que enfrentar mi problema y solucionarlo de la forma más útil y serena posible...de darle otro àngulo..mmm...ya no tendría sentido la adrenalina que ahora me invadía, era comer o ser comido, o al menos era comer lo servido en un incandescente estado de embriaguez repugnante, que nadaba orgulloso de saberse odiado...
"Se llama sopa de criadilla"...¿De criadilla?...los huevos de un animal en una sopa no era el significado de sopa al que yo estaba acostumbrado..pero cà, ya estaba ahí, eh de solo probarlo que no puede ser tan malo, entonces desenvaine mi espada, para hacerle frente a tal animal...debía vencer mis miedos y afrentarlos como debe de ser...ponerse los huevos...en este caso comerlos y devorarlos...
En el campo de batalla, estaba mi ejercito, el limón con su agrio ácido disiparía quizás un atake a la lengua y el cilantro picado con rocoto, adormecería el sabor de enemigo...puse entonces a mi primer aliado al frente y derramé su ingrato sabor sobre mi enemigo, el seguía perenne, luego el cilantro, que pareció calmarlo y adormecerlo, entonces penetré su masa, con mi espada(cuchara)...se disolvió y se abrió tan fácil...pero dejó la ponzoña oscilante en el filo de mi espada...su sangre...vertiente disuelta se resbalaba inquieta en la cuchara, y se acercaba casi sistemàticamente a mi boca...entraba y ya sentia un olor a hervido...se derramò casi incredula sobre mi lengua...
Una explosiòn de inseguridad y escepticismo exploto en mi boca, se resbalo por mi garganta hacia mi estomago, sin antes destrozar mis sentido del gusto y aligerar el mensaje a mi cerebro :
"!Que rica que està, esta huevada"...aunque para ese momento huevada era lo que estaba comiendo...
