domingo, 19 de julio de 2009

Hablame de Ella


Se mostraba entonces con rìmel en los labios...y despojada de todo aquello que la dañaba, en hipotéticos casos que la estrujaba dolorosamente contra la rutina...ella no era más la de una canción, o la de un poema, nacería, para ser libre...


En su historia se dejaba atrás todo lo malo(era su nueva historia)...y lo bueno es que la podemos editar tal como ella quiere, y no como lo demanda la rutina, la sociedad, y la insaciedad de saberse alejada de todo lo que la perturba...es más aun ahora se siente alegre y fresca. Realmente fuè lo mejor.


Contrabandeando sueños, de eso ella vivía, y aunque repugnante suene su oficio daba alegría inmediata a algunas personas, en eso se basaba su vida y lo que quería hacer con ella...sin reglas y sin nadie que se las imponga...y aunque suene increíble también sus sueño eran de contrabando, de algún poeta muerto en la historia o de algún beatle despojado del cielo en el que vivía..armaba su rompecabezas de momento y de recuerdos...


Se los guardaba con recelo y dignidad, sabiendo de que algún día ellos (los sueños), la dejarían sola, porque algún día ya no tendría ni dignidad ni valor para atarlos a ella. Sola esperanzada y despeinada se acicalaba su mancillado corazón, una y otra vez y otra y otra vez...


En el cielo se dibujaba notas distantes de las cuales ella elegía para vestirse y salir todos lo días en una sinfonía sinfín, en un repertorio de vida...


Cantando se pasaban las horas, porque sus horas estaban hechas de canto y de voz, de gritos y de trabajo, de hambre y de poemas...fue cuando ella andando(le gustaba caminar), se subía a la colina mas alta y divisaba el atardecer, encabritado en penetrar a la noche, produciéndose así cien mil colores que al menos le era concedido apreciar...


Y en la noche negra ella regresaba, pero no tenia a donde sino digamos que solo volvía a caminar sin rumbo y sin destino y sin partida ni llegada...así le gusta, y así debería ser, sin nadie que la provoque ni que entre en sus sueños, solo que la deje morir soñando...