sábado, 19 de marzo de 2011

Op. 15 en A minor


No soy como todas esas cosas viejas a las cuales amas,

no voy,

no miento, tan poco,

que a veces ni recuerdas

no soy viento que no tiene marea decidida,

solo pies sin fulgor ardiente de lo desfibralante,

clarividencias aturdidas,

despeinadas, y malsanas,

ojos aturdidos que no encuentran paz,

que en el interior de todo te aman mucho,

te idolatran

sus escritos, así lo confirman,

lo aplauden porque, la verdad es que no soy nada,

solo recuerdos en las sábanas que se quedan sin su aroma

que se funden en los huesos más calientes,

en el sudor pasteurizado de las letras,

de las comas,

de las aguas,

de los niños,

de tu boca...


Déjame estar si pensar ni comer, ni hablar...

ni derrochar, ni verte a los ojos,

aún en las horas más tenebrosas,

ni besarte las lágrimas,

aquellas,

que caminan solas,

bajan tu cama,

se mueven en el piso helado,

se deslizan en la calle,

y se evaporan entre el clímax ardiente de un espectáculo coral...


Aplausos (...aappllaauussooss...)


Muchos...