
Eres el impecable acabado de los bordados
sin sentidos, vas cayendo hacia lo inoportuno
donde nadie puede acordarse de ti, de como fue de que estas con ellos
sin sentido real acerca de la inexperiencia que te invade la situación
vas hacia lo profundo del lugar, te has refugiado,
como un completo inadaptado;
te miras lo ojos, la boca, no eres más el ayudante,
no ere más la piedra, no eres siquiera lo que has sido hace dos segundos
porque estàs lleno de conciencia, de que el adiós de algunos
no se compra con nada, estás caído, sin vida
las mujeres ahora te parecen horribles, y los hombre sin sentido
como si cantaras acerca de ellos, en tus miradas
y la gente que va y que viene, se hace cada día que pasa,
más lejana a tu existencia, como si nunca le importo que tu estuvieras allí
acostumbrate, le dijeron algunos, porque cuando eres tú el extraño
no hay más que importe afuera, si no el simple hecho
de que tu no le importas a nadie,
porque es fácil, irse, sin dejar rastro de nada
como los artículos pesados sobre los cuales leíste, y los día ingratos en los cuales dormiste
no es más si no el mundo que absorto de tu vida, no más se quiere hacer cargo de ti
y volver, y volver, y volver, y no ser más
que tú, siendo la extraña, me haya imaginado yo siendo tú
sin saber que los extraños no hablan
ni nadie les habla, por que son extraños
sin mundo
sin sueños sobre que contar
sin admiraciòn por alguien
sin etiquetas que ponerte, porque así somo los extraños
sin un día, en dónde una canción más, nos pudiera siquiera animar.