
Se te fue el perdón por sonde sea
porque si no se hizo la materia de un milagro, fue porque estos no existen
y todos el resto, que se mueran porque así, se nos hizo
la locura, y el alcohol, el día y la noche.
El mundo se nos hizo pequeño, para el amor
se fue hacia el traste de lo idóneo, eres más que una putita farsante
y yo un desplumado sin pensamientos, sin palabras, sin nada
lo que se armó, fue quizás un momento en la tarde, cuando el sol estaba dormido.
Y si la locura no fue suficiente, culpa entonces al odio irresponsable
al que con el mundo, has armado, mujer, mujer, ¿Tanto odio?
y dicen que la malas, como no saberlo, son las que uno nunca se cansa
poco, entonces es lo que encontramos.
Confudiendote en mis sueños, porque se me hizo largo
nunca más en las tardes, el sol quiso dormir
los pecados, y las palabras, de la putita farsante
y del desplumado poeta.
Las miradas, ¿te olvidaste?, las mariposas muertas en tus cabellos dorados
la piel blanca, donde dices que los dioses te conceden dos deseos
la mujer que, sin entendimiento supremo, pudo hacerme olvidar todo
incluso que ella misma existía, y aunque me averguenzo de dejarla...
Con tal mujer nunca más querría despertar. Ese es uno de mis deseos.
El segundo es nunca dejar de ser un maldito irresponsable.