lunes, 1 de marzo de 2010

Flying


Siento el mundo en los pies, cual si fuera el infinito placer

de creer que la nubes se comen, de hacer del tiempo un lugar

y de ver los finales incógnitos, en las manos brillantes

en tus ojos, ver lo que otros no.


De morir, por besarte, por tocarte, y censurar el deseo

de volar lejos, para no querer saciar el mundo bajo mis pies

y andar, bailar, en los últimos sitios de la necesidad

de querer salvar la raza humana, de lo innecesario.



Caer en los páramos de los días quemados

desgarrar el sentido de volar, sobre ti

y, anìmate, que el tiempo es demasiado grande

y que si necesitas volar, solo anda, anda más allá

de lo que nosotros no podemos llegar

¿Cómo?, pues es simple mujer...volando.