
Pasa el mundo a través de mis miradas
sin detenerse a escuchar, sin hablar
solo, recorriendo el infinito álamo de rosas
aplastadas, sucias, y sin fe
sin mujeres que le bailen, sin aplausos que lo vivan
los autos en las carreteras, y los momentos en un segundo
contenido, aquel del cual no hablas
y que va cayendo por el inicio de la cuidad
como si fuese la esperanza, de creer
¡Creo!...sin saber en que
alzas la vos, y gritas
las manos muertas sin pulgares
y las verdes veredas, de una lluvia sin sueños
de las ciudades al fondo, de una mentira.-
Y empiezas de nuevo,
¿Me ayudarás a empezar también?
¿Me llevarás?
¿No lo harás?
no tienes respuesta, porque así somos
sin mundo, para una respuesta
sin problemas de nadie, sin importarnos los demás
extendemos la mano, sin saber a quien levantamos
y alzamos, y lo hacemos hombre
y le enseñamos, sin amor, sin mundo
solo llevando el tiempo através de una canción
en el espacio, en las horas
en los gritos, en los golpes
sin hablar, nos miramos, y creemos que nos amamos
sin sentir nada por el otro
te abrazo, sin quererte, porque así somos
y te miro, y te llamo, y te digo que si, que te quiero
y me crees, y yo te creo, cuando sabemos que todo es una mentira
pero así somos, gastamos tiempo diciendo que nos queremos
cuando ni siquiera queremos vernos,
pero, nena, nos amamos.
Y puedes llamarme, y hablarme de madrugada, y decirme que me quieres.
Porque, si, te voy a escuchar, aunque no te quiera.