
Y fue cuando tuve una regresión...
Caí de espalda, la sangre en la boca destellaba
los reflejos, de los espejos, en el mundo
el cambio de lo semáforos, las verdes noticias
y la muerte, acariciando el sentido de la imaginaciòn
En las montañas, turbias, el cielo lloraba
más y más me iban acercando al final
los sonidos, en las lunas, de la noche infinita
los gritos, que te asustan, los sueños que quebraban
En la tierra de los ojos saltones
En el mundo de las noticias verdes
Los abrazos invisibles...los brazos cortos en las carreteras
Un hombre que me saluda, desde la ventana
¡Tienes suerte!...la mayoría no vive.
En la televisiòn pasaban los años, caía sentado y perdido
la gente de afuera, que ni te mira,
"lo de adentro, muchacho...es lo que importa"
Y revolcarme y revolcarte.
Desperté...tenía la camisa mojada y las manos en donde no las encontraba
el humo de la cama me fue levitando
el movimiento terco de un día
la orquesta, allá afuera, tocando lo que sea
Las notas de la regresión fantasmal, sometido a sus miradas
a sus tiempos y momentos, al perdón de perderte
a las tristes maquinas, que en mi regresión movían a la gente
Aquellas, que solo los niños veían, y me dí cuenta
de que el mundo, en mi regresión, se me hacía más hermoso
los minutos allí, ya no importaban
quería volver.
Agarré lo único que podía acabar conmigo
se disparó, así mismo, ella entró por la nuca,
salió muerta de risa, por la boca
salió, sin decir más nada.
Y así como salió, fue a parar en el piso, siempre riendo
ella, y él solo duró un día en la regresión furtiva
a la cual, instintivamente fuera perdiendo.
Hasta que naturalmente, despertó.