
Sincero vacío de los tiempos perdidos
sin mundo vacío en donde quedarse
vacío y vivo, sin teclas que espantar
sin pastos eternos en las noches
y sobre todo sin mar infinito con el cual soñar
Cuestionas los mandatos y las letras
cuestionas el sencillo proceder de las horas
azul, cielo, camisa, pon más de lo que eres
y verás que eres aire, sin sorbetes ni bebida
caliente y cansado, andando andando
vacío, cantando y riendo
Tú tienes razón
Solo nos queda las manos para inflar el silencio
y gritar, decirte al oído que no conozco a nadie igual
parlotear travieso, sinceramente sin muchas ganas
igual que los días, y las horas;
se nos quedaban,
los cigarrillos en las aceras de los dientes
las lenguas y ojos.
Las heladas madrugadas, entran riendo por la gran puerta
verdes y moradas, sin ropa, desnudas
silbando bajo, escabulliendo sobre tu incipiente cuerpo,
reclamando así los cuentos de hadas que te conté
las historias bárbaras de las que te reíste,
sin ánimos de ayudarte, doy vuelta;
Era el año de las leyendas.
Sinceras y traviesas, que se llevaron tu vida.
Y con ella se mueren también todas ellas,
la de bárbaros, y asesinos.
Sin cuentos, la noche ahora parece callada,
sin mirada perfecta sobre un punto en la tierra
sin labios rojos, los cuales pueda mirar
sin cuentos, ahora todo parece silencio;
sin ti, ahora parece que no existiera;
Sin nosotros, ahora todo si es leyenda.