
Entre los ojos de la luna,
los precios han puesto sus nóminas,
los verdes días quedaron vagos de multitud,
los silencios preciosos, las miradas perfectas,
cortaban todo el humo delicado que nadaba sobre la memoria.
Nuestras cosas, y las cosas de nuestros días
los negocios cerrados antes de mirar que había en ellos
las caricias tardías en las sombras,
tocarte entonces se volvía, solo soñar.
Andar y escuchar, y mirarte, volver a besarte
escribir, y escribirte, manosearte con arte,
caminar sobre los días
sobre la piel que iba cayendo en los rincones en los que íbamos
los números que contábamos.
Si no es esto amor...es entonces que tu no me crees
es quizás que me has buscado, sobre todo el mundo que divide,
la pasión que por ti siento
y la opción de no volver a amar ese rincón,
esa suerte, esos días, ese mundo al que ya me acostumbre a soñar
el que me mantiene despierto
al que con seguridad, creème, quisiera vivir el resto de mi vida.
El resto de lo que queda de mí
lo que poco a poco,
se va separando lentamente de ti
y es que todo se hizo, con lo mismo con lo que se des hizo
y con lo mismo con lo que eh decido quedarme en Él