
Vivo por ti, creo en lo que vives,
sueño con ser parte de tu existencia
y amarrarte a la luna
por siempre que seas bella
por siempre que ames el color de las calles
que ames el recuerdo del reflejo
que perdido entre las sombras
me busca incansable,
y muerto entre los versos, cae,
hacia la triste sonrisa que en abril, yacía.
Sediento de fé, me estanco en el mundo
persiguiendo tu rostro entre las noches,
e inventando silencios, rasgo tu cuerpo
en mi imaginación, siento tu piel,
tus cabellos siempre alborotados,
tus piernas siempre bellas;
mis manos deslizantes te aman
pero saben que solo eres sueño,
se derriten, muertas.
tu cuerpo es la eterna sonrisa.