
Sus recuerdos dormidos en sus brazos
la cara quemada por la brisa del mar
el viejo en la hamaca, reposando cantaba
la canción que antaño, danzaba su mujer
Las noches eternas en el mar exquisito
los días y los hijos, los problemas y las manos
su mujer de los cabellos negros, de la cintura eterna
el viejo llorando, al cielo miraba
Sus cosas de ellos, el amor, y el tiempo
el tiempo, que el desea que se vaya
el dolor de la huida, morir para él ya no tiene sentido
quiere que regrese a su lado, y clama a Dios tal arrebato
Tal arrebato que en la miseria al hombre dejo
los besos de ella nunca más podrán ser comprados
su mujer de los cabellos negros y la cintura eterna
su mujer que ahora desde el cielo lo observa
Le mira y desde allá arriba ella le manda
cual viento fresco de mañana, entra por la puerta, y el dormido
dormido y viejo, sobre su boca se posa, el despierta, sonríe
es la última ves que ella hizo eso.
Su mujer de los cabellos negros a su lado lo llevó.